En verano circular con la presión de los neumáticos baja y con las altas temperaturas supone un desperdicio del 7% de carburante.
Las altas temperaturas del verano afectan a 3 de cada 4 turismos del parque automovilístico español, la combinación de las temperaturas con una presión inadecuada de los neumáticos incrementa el consumo de combustible del vehículo además de reducir la seguridad del vehículo.
La media coloca en 50 los litros de carburante que desperdician los conductores españoles por no llevar sus neumáticos con las presiones indicadas por el fabricante, además cuando hay una alta temperatura en el asfalto o en el ambiente este efecto se incrementa al dilatarse las carcasas del neumático.
Solucionar el problema es muy simple únicamente hay que realizar una revisión de la presión de los neumáticos, un proceso en el que apenas se tardan dos minutos y puedes ahorrar 50 litros de carburante al año, es recomendable revisar la presión de los neumáticos una vez al mes.
Una presión baja en los neumáticos aumenta la superficie de contacto con la carretera y la fuerza de rozamiento con el suelo, esto conlleva un esfuerzo extra al motor que lo soluciona aumentando sus índices de consumo.
Además una presión inadecuada de los neumáticos acelera el proceso de y multiplica por tres las posibilidades de sufrir un reventón.
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